Vino generoso

También llamados fortificados, los vinos generosos son una maravilla geológica propia de ciertas zonas de Andalucía, siendo su centro neurálgico Jerez. Se trata de vinos cuyo contenido alcohólico ha sido aumentado antes o después de la destilación. De característicos aromas punzantes muy parecidos a los del brandy, están pensados para beber con calma y acompañados de unos quesos, frutos secos o un buen jamón. 

En función del vino base y del alcohol vínico añadido, se optará por distintos tipos de crianza que darán como resultado la amplia gama de vinos generosos: 

Evoluciona en botas por crianza biológica y su contenido alcohólico ronda los 15 grados. Se caracterizan por un color pálido, aroma punzante y un amargor elegante en boca con un postgusto prolongado. Dentro de la amplia gama de finos que puedes encontrar en el mercado destaca con luz propia Tío Pepe, sin duda el vino fino más famoso del mundo.

Un vino con un marcado toque jerezano. Combina en perfecto equilibrio la crianza biológica y la oxidativa, dando como resultado un vino de elegante de color topacio con matices almendrados y recuerdos a madera.

Vino de crianza oxidativa, ya que entra en contacto con el oxigeno desde su origen debido a la ausencia de velo en flor. Presenta un color ámbar oro e intensos aromas cálidos que nos recuerdan a frutos secos de cascara y a vainilla.

Vino de crianza oxidativa que se caracteriza por su finura y elegancia en nariz parecida a los amontillados, y su estructura y potencia en boca típica de los olorosos. De color caoba con tonos dorados, en nariz destacan matices típicos de amontillados y olorosos que recuerdan a naranja amarga y a lácteos como la mantequilla

Vino de mezcla (cabeceo) que se obtiene de vinos secos, generalmente olorosos, a los que se añade vino Pedro Ximénez para endulzarlos de manera natural. Son oscuros con aromas a pasas y melazas, higos o toques de caramelo.

Es el vino más dulce de toda la gama de Jerez y recibe su nombre de una de las uvas varietales permitidas en el marco. De crianza oxidativa, presenta un color caoba intenso y lágrima muy amplia, aromas predominantes de frutos secos dulces como dátiles y pasas así como toques tostados de café o cacao.